La inseguridad alimentaria mundial creció en 2021

La Organización de Naciones Unidas confirmó en un informe que cerca de 200 millones de personas atravesaron inseguridad alimentaria aguda el año pasado.

[caption id="attachment_376585" align="alignleft" width="350"] Por Daniel Temperoni para InfoBrisas[/caption]

A esta franja se agregaron 40 millones de seres humanos más que en 2020.

Los conflictos armados, las crisis económicas y las variaciones climáticas accionaron fuertemente en el súbito incremento de perjudicados en todo el mundo.

Frente a este crudo panorama, la ONU solicitó a sus miembros una ayuda financiera de 1.500 millones de dólares para, entre otras cosas, apurar la temporada de siembra y cubrir cierto nivel de déficit alimentario.

El número de necesitados viene creciendo desde 2016, año en que se difundió el primer resumen por parte de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Programa Mundial de Alimentos y la Unión Europea.

Las previsiones adelantan que el conflicto bélico en Ucrania tras la invasión de ese territorio por Rusia, terminarán agravando la ya tangible debilidad de aquellas naciones que dependen de cereales y fertilizantes provenientes de estos países en guerra.

Como resultado evidente de esta situación, se puso como ejemplo a Somalia.

La FAO aseguró que esas acciones bélicas dejaron al descubierto la fragilidad de los sistemas alimentarios y pronosticó que la situación se agravará en el futuro.

El organismo de Naciones Unidas también urgió una acción humanitaria urgente y a gran escala mundial.

Las dificultades económicas derivadas de la pandemia de coronavirus hicieron que en 2021 cayeran en inseguridad alimentaria más de 30 millones de personas en todo el planeta y otros 23 millones por las condiciones meteorológicas.

Estos informes mundiales no hacen más que poner en evidencia las distancias enormes que existen entre los países en materia de recursos económicos y de las respuestas que pueden dar los gobiernos a sus habitantes más necesitados.

La cifra que pidió Naciones Unidas para paliar esta situación puntual aparece como irrisoria frente a los gastos militares, la recaudación de los laboratorios sólo por la venta de vacunas contra la Covid-19 o las ganancias de muchos grupos económicos durante la fase más complicada de la pandemia.

También hay que tener en cuenta que las naciones más poderosas siguen preocupadas por no perder su posición en el tablero y sólo exhiben una forzada compasión a través de sus representantes en la ONU, un organismo que ya demostró su propia incompetencia-

@danieltemperoni