¡Es el equipo del Titán!

La sorpresa del torneo, el equipo revelación. En silencio el Aldosivi de Martín Palermo está en boca de todos. Sumando puntos para su objetivo principal que es escaparle al descenso se encuentra, casi sin querer, peleando el campeonato con la clasificación parcial a la Fase Final de la Copa Binance.

Anoche el Titán volvio a demostrar su buena lectura de partidos y en una noche que había pintado en principio negra para Aldosivi, terminó siendo de fiesta y júbilo con los goles en ráfaga de Martín Cauteruccio y Leandro Maciel. Ni Palermoneta ni Martineta, esto es Aldosivi, ¡El equipo del Titán! Los resultados pueden darse o no, esto es fútbol y a veces te pueden acompañar, pero Palermo logró algo más importante aún, una verdadera simbiosis entre equipo y DT.

Palermo sabe lo que quiere el equipo y el equipo sabe lo que quiere Palermo, eso no lo logra cualquiera. Hay una unión evidente, funcionan como una asociación en mutua cooperación que puede gustar más o menos, que a veces pareciera que toma más riesgos de los necesarios, como ayer se dijo en Brisa Deportiva durante la transmisión, pero Aldosivi te pelea cada partido hasta el final y algún punto, por lo general te saca. Basta con fijarse nomás en las estadísticas, cuatro victorias al hilo, algo nunca logrado por el club en la máxima divisional.

Hasta a veces pareciera que rememora a aquel Estudiantes del 2006 del Cholo Simeone donde podía tener alguna que otra figura, pero el 90% era esfuerzo y sacrificio colectivo. Simeone en su momento dijo que se identificaba con sus dirigidos y anoche en conferencia Palermo lo mismo, entonces esto ya no es una mera casualidad, sino causalidad.

Lógico que necesitás figuras o héroes de ocasión si querés pelear algo importante, Aldosivi lo tiene con un Devecchi salvador siendo el arquero con más tapadas del campeonato, un Cauteruccio que hace tiempo se transformó en el máximo goleador histórico del club en la máxima divisional, un Silva sacrificado que parece un pibe que sueña llegar a la Primera, un Valentini que de a poco empieza a crecer y ayer respondió a la confianza del entrenador siendo una de las figuras del partido y apariciones gratas como el chico Morello. La suma de las partes hacen el todo y Aldosivi es ese todo; otro detalle, el equipo confía tanto en el técnico que cuando a alguien le toca salir nunca se ven quejas o enojos, salen seguros de que en ese momento es lo mejor para el equipo, lo mismo al que le toca esperar de afuera, como contó justamente para Brisa Deportiva Matías Pisano, cuando dijo: "si me toca esperar en el banco lo haré, esperando a darlo todo cuando me toque entrar".

Hay equipos que son fuertes de local, otros denotan más "facilidad" de visitante (como le pasó en un tiempo al Tiburón), Aldosivi es la combinación de ambos: en casa jugó cuatro partidos y sólo perdió uno (Boca), después empató uno (Central Córdoba) y ganó dos (Tigre y Patronato). En el Minella sacó 7 puntos de 12 posibles y nunca en este torneo un rival directo por la permanencia le pudo ganar allí.

Después, de visitante, ganó con el de anoche tres de los 5 cotejos disputados. Sumó de a tres contra Godoy Cruz, Colón y Lanús; lo que se traduce en 9 puntos de 15 posibles. Y además otro condimento, ayer Aldosivi arrancó perdiendo por primera vez en lo que va del campeonato, y se sobrepuso, lo que significa una efectividad del 100% en lo que a dar vuelta marcadores se refiere. Post derrota contra Barracas, hubo un intento de incomodidad donde buscaron hacerlo tambalear de su cargo ¿Cómo respondió? Con los cuatro triunfos al hilo ya mencionados.

Por último y para finalizar esta humilde opinión, otro crédito para Martín es que tiene carácter, habla claro y demuestra que en el fútbol no hace falta "tribunear" ni vender humo para lograr los aplausos. Hace falta trabajar, pero hacerlo diciendo la verdad como hace él en cada conferencia de prensa, donde nunca quita los ojos del objetivo principal de los promedios y donde si el equipo juega mal, lo dice. Martín Palermo es sin dudas, de los mejores técnicos del fútbol argentino.

Por Carlos Sommi

Twitter: @carlossommiok