Una argentina en Springfield, la cuna del básquet: una pasión que se convirtió en profesión

La neuquina Bárbara Aráoz llegó a Estados Unidos por una beca deportiva para jugar al básquet, pero su vida académica la llevó de lleno a dedicarse a su preparación para graduarse como Psicóloga Deportiva.

La opción de emigrar fue impulsada por su pasión por el deporte de la pelota naranja, pero la realidad es que cuando viajó para vivir la experiencia no sabía mucho de lo que le esperaba en su nueva vida de estudiante-atleta.

"No habían pasado 24 horas y lo llamé a mi papá para decirle que esto no es para mí y que me venga a buscar. No sabía en qué me había metido. Solo sabía que quería jugar al básquet y hacer una carrera", confesó Bárbara desde Springfield, la localidad donde obtuvo su título hace apenas dos semanas.

Si bien su motor fue el deporte como jugadora de básquet, sabía que el estudio iba a ser la herramienta para empezar a forjar su futuro. "Había participado de un Campus del Huevo Sánchez en Pacífico y uno de los módulos era psicología deportiva. Siempre supe que lo mío estaba en el mundo del deporte", recordó.

En diálogo con Radio Brisas, la representante de la Patagonia contó cómo se insertó en la vida académica estadounidense: "Es un sistema que está tan bien pensado y engranado que te absorbe. Vivir en la universidad te va motivando. Van premiando el esfuerzo, las cosas que van saliendo bien. Se premia el progreso. Una vez que estás adentro no querés salir".

En ese sentido, añadió: "El primer año no me terminé de dar cuenta. Al final del primer año me di cuenta que todo era para avanzar. Me premiaron por el esfuerzo, por el progreso. Ni por ser la mejor o la más talentosa".

Vivir en la cuna del básquet

Bárbara Aráoz fue dejando atrás sus días como jugadora de básquet y cada vez fue ganando más espacio la futura psicóloga deportiva. En la búsqueda por la especialización, encontró un lugar que -sin saberlo- fue el ideal. "La psicología deportiva no está presente en tantas universidades. Es una carrera relativamente nueva. Busqué en Google y me apareció Springfield, donde nació el básquet. Me dije: ´no puede ser casualidad´", rememoró.

Al respecto, continuó: "Tuve la suerte de que me aceptaran. Busqué un trabajo para solventar el estudio. Empecé a trabajar en la universidad en plena pandemia gestionando los testeos de COVID dentro del campus. Apliqué a 10 ó 12 trabajos y esto salió justo una semana antes de empezar las clases. Dejé de jugar al básquet. Nunca tuve un talento tan grande, pero es una de mis grandes pasiones y no lo va a dejar de ser. Cuando llegué a Springfield me reconecté con el básquet. Acá está el Hall de la Fama. Y toda la historia de cómo nació el básquet".

James Naismith era profesor de Educación Física en Springfield y tuvo la misión de crear un deporte para practicar ante las bajas temperaturas. La historia cuenta que pidió que le trajeran dos canastas de duraznos que fueron utilizadas como aros improvisados para lo que sería este nuevo deporte, uno de los más populares de Estados Unidos.

El  Hall de la Fama de la NBA y la inminente inclusión de Ginóbili

Cuando se enteró que el argentino Emanuel Ginóbili será parte del Hall of Fame solo pensó en poder estar el día de la ceremonia en septiembre y poder sacarse una foto con su compatriota. Así describió Bárbara el museo que exhibe toda la historia de la NBA desde sus comienzos: "Es una cosa impresionante. No es tan popular porque no está en una ciudad grande. Es una experiencia increíble para cualquiera que le guste el básquet. Está basado en la NBA con un montón de videos muy emocionantes, fotos, reliquias. Jugadores muy importantes como Kobe Bryant con un lugar especial. Igual que Michael Jordan".

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El lugar donde nació el básquet tiene sus particularidades. Según detalló la flamante psicóloga deportiva, "Springfield tiene 150.000 habitantes. Es una ciudad que está especializada en las escuelas porque hay muchos nenes chiquitos. Es una población joven. Las actividades están vinculadas con eso. Y todo gira en torno al Hall de la Fama. Son tres pisos, un círculo que bordea la cancha, bajando piso por piso. juegos interactivos. memorabilia, libros, pelotas, camisetas, trofeos, videos. Y la mejor parte está en el primer piso. Podés tirar al aro. Hay aros viejos, canasta de duraznos...".

Y tuvo la alegría de poder recorrer este lugar emblemático junto a su familia: "Mi papá y mi mamá vinieron a mi graduación. Fuimos juntos al Hall de la Fama, al monumento de Naismith que está en el medio del campus. Fue muy emocionante compartir esta pasión que nos ha unido como nada".



El futuro ya llegó...

Ahora llegó el momento de buscar trabajo para ejercer su especialidad y crece la adrenalina por elegir una opción interesante. "Hay muchas oportunidades en Estados Unidos. Me interesa el deporte de alto rendimiento. El béisbol siempre utiliza gente latina, el fútbol también porque hay muchos extranjeros y saber español me hace muy atractiva. Tuve entrevistas, contacto con gente en California, en Ohio, NBPA, NBA o WNBA. Mi permiso para trabajar tiene que estar ligado a lo que yo estudié. En mi caso es muy amplio. Oportunidades hay en todos lados", resaltó.

También se animó a dar un consejo desde su experiencia como argentina que apostó a emigrar: "Hay que tomar el riesgo, sé que da miedo, uno no sabe, yo le dije a mi viejo que me venga a buscar. Tomar el riesgo me trajo una avalancha de beneficios que no imaginé jamás. Hay que hacer esfuerzos y sacrificios, pero en mi experiencia decidí tomar el riesgo. No hay un techo y si uno está convencido y le da para delante".

Claro que hay que poner todo en la balanza a la hora de hacer un análisis. Al respecto, Bárbara expresó: "Nunca más pude volver para las Fiestas, el tema de los cumpleaños es complicado, vino la pandemia y estuve más de 3 años sin ver a mi familia. Pequeños sacrificios en base a los objetivos que buscaba para mi vida. Estar pendiente de Argentina hace bien pero también puede hacer mal.

Y agregó: "Acá la gente es más distante. Extraño juntarse a comer un asado y juntarse a tomar unos mates. Hace 4 años que no voy. Y cada vez que pasa más tiempo es más difícil. A largo plazo puedo desarrollar en Estados Unidos lo que quiero hacer. Me gustaría visitar Argentina pero no volvería a vivir por ahora porque no estoy segura de las oportunidade que existen para lo que es mi carrera. Mi idea es quedarme y volver a Argentina solo para visitar y comer asado".

No hay límites para desear y Bárbara está convencida de que puede llegar tan alto como ella misma se lo proponga: "Siempre soñé con sentarme en el banco de un equipo NBA. Hacer psicología deportiva en el alto rendimiento. El sueño máximo es trabajar en esos ambientes donde la excelencia es todo".

Escuchá la nota con Bárbara Aráoz en Un Lugar en el Mundo con Florencia Cordero

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