Trabajadoras sexuales en contra de la nueva Zona Roja: “Es ir a la muerte”

A poco de que comience a regir, Victoria Di Salvo, representante de la Red Nacional por el Reconocimiento del Trabajo Sexual, confirmó en Radio Brisas que “no vamos a respetar la ordenanza, pero no somos rebeldes” y dijo que este miércoles a las 11 se desarrollará una conferencia de prensa junto a fomentistas en el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

“Elevamos una nota pidiendo una reunión con Montenegro porque vamos a proponer una nueva zona y negociar. Ir a la calle 10 de Febrero es ir a la muerte, justo es en la entrada de los cementerios y además antes funcionaba un basurero.

“Queremos evitar detenciones y enfrentamientos. Lo último que queremos es tener problemas con los vecinos y la policía, pero sabemos que se van a poner violentos. En un año de debate no se ha llegado a nada. Está todo más caldeado”, reflexionó en la charla con Luz Dubedout.

“Ninguna va a ir ahí, está a 10 kilómetros del centro y con nulas garantías. Vamos a seguir en nuestras zonas de trabajo, en nuestras esquinas sin molestar a nadie”, afirmó en relación a lo que sucederá el sábado cuando la ordenanza entre en vigencia.

“El lugar es un descampado y no han puesto ni un foco, me parece alarmante estar en la oscuridad. Me parece una política bastante eufemística, nos quieren hacer desaparecer”, describió y acusó Di Salvo.

“Mucha violencia viene por parte del Estado y esto es un ejemplo. El gobierno tiene que estar presente de otra forma. Vamos a pedir que los lugares sean cercanos a donde ya estamos, no desconocidos.



“Salir a la calle será ilegal y es alarmante, nos van a detener por ir caminando. Me revive una situación que pensé que no íbamos a vivir más”, dijo Di Salvo. “El Estado tiene que estar presente de otra forma, no controlando con la policía que secuestra la droga y después la redistribuye”, lanzó.

“En la cancha también venden droga, pero indigna más que lo hagan las prostitutas. La venta ya está penalizada, por qué creé el municipio que podrá controlar algo que el estado nacional no puede. No negamos el narcomenudeo, lo aceptamos como parte de una vulnerabilidad. Pero el narco no está parado en la esquina cagándose de frío”.

“Las compañeras son encriptadas como bocas de expendio de droga. Es deshumanizante que se hable de narcotravesti. En todas las causas de trata de personas está la policía”, acusó.

“Hay un sensacionalismo en torno a la figura, que somos peligrosas que envenenamos a la gente, pero estamos tratando de sobrevivir en una sociedad machista horrible”, explicó.

“La travesti ve al Estado como un enemigo, como un ente de control, no que resguarde sus derechos, vas al médico y te violentan, por ejemplo. Te miran raro todo el tiempo, es violencia tras violencia. Entonces a veces elegimos no exponernos y nos borran del sistema de salud”, apuntó.

“Habíamos propuesto la Plaza Rocha que tiene cuadras internas, y otra que no la queremos decirla porque los vecinos nos repudian. Estamos negociando para llegar a un arreglo”, destacó.

“Vamos a salir a recorrer y patrullar como se encuentran nuestras compañeras, y para ver cómo es el clima, para evitar situaciones desagradables. El año pasado, por Luro yo salía a repartir preservativos, estaba haciendo prevención y los vecinos me encerraron en una esquina”, relató.