Nacho Iraola: "El gran deber que tiene este país es poner de moda los libros"

En el programa "Invasión De Brolis" -que se emite todos los jueves a las 20 por Radio Brisas-, el director editorial del Grupo Planeta en Argentina, Chile y Uruguay, Ignacio "Nacho" Iraola analizó el mercado editorial durante la pandemia y valoró el presente de la narrativa contemporánea.

"Los equipos editoriales de Argentina son los más profesionales a nivel mundial", considera el directivo de Planeta con 30 años de trayectoria en el sector.

Iraola recuerda los inicios de Verano Planeta, coproducido junto a Marcelo Franganillo, como una de las creaciones "más importantes" de su vida y se lamenta no haber concretado la charla de Juan José Saer en Mar del Plata en el ciclo que convocó a Osvaldo Bayer, María Elena Walsh, Guillermo Saccomanno, Fernando Aramburu, Félix Luna, María Dueñas, entre otros.

- ¿Cuánto desordenó tus planes la suspensión de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires?

- Fue bastante dolorosa la suspensión pero parte de una situación pandémica, pensamos ante todo en la situación coyuntural y de salud aunque no dejó de ser fuerte postergar tantos lanzamientos. No tuvimos firmas de libros, y eso nos pegó por el costado afectivo. También es un momento de encuentro con editores de otras partes del mundo que no ocurrió. 

- ¿Cuántas horas dura para vos un día de feria?

- Es como un día de tres semanas. Lo comparo con cierto humor con el Carnaval de Río, cuando termina ya pensás en el del año que viene. Es un momento intenso, de recibir y contener autores. El laburo del editor no es pura y exclusivamente con el libro, es moverse, ver que haya gente en las salas; en cambio, escribir es algo solitario que se convierte en un hecho social. Pienso que hacer libros es hacer algo por la gente.

- Ustedes publican de 40 a 50 libros mensuales y desde el mes pasado los redujeron a la mitad.

- Publicamos normalmente hasta marzo, de ahí tuvimos que rearmar todo al no tener posibilidades de distribución. Pero en el medio pudimos publicar libros brillantes como Pandemia, de la doctora Mónica Müller, y Aramburu, de María O'Donnell, que se convirtió en la única publicación a nivel nacional en el mes de mayo.

- ¿Por qué publicaron Aramburu con la atención reducida en librerías y no después?

- Lo sacamos por el coraje que tuvo María en medio de este quilombo. En poco tiempo se convirtió en una luz al final del túnel que marcó una nueva línea de largada para muchas editoriales que se animaron a volver a publicar. Esta época va a quedar marcada por las librerías independientes que se animaron al e-commerce, al delivery, a salir a repartir libros, y en esa cadena la aparición de Aramburu jugó un rol muy importante.

- Con siete ediciones y destino de series internacionales, ¿asimilás el fenómeno de Las malas, de Camila Sosa Villada, y El fin del amor, de Tamara Tenenbaum, a los libros más vendidos de Gabriel Rolón o al boom de las neurociencias?

- Lo que pasó con ellas fueron sorpresas hermosas en medio de este desastre. Esos libros salieron el año pasado, tienen casi un año de recorrido, y me dan mucho honor por la posibilidad de abrir el juego a nuevas voces. Las malas es finalista de un premio muy prestigioso como el de la Fundación Medifé/Filba y en una nota que le hicieron por esa nominación decía que era un libro que le cambió la vida y también le permitió alejarse de determinadas cosas de su pasado para concentrarse en ser escritora. Hablamos de esto con Alberto Díaz, uno de mis mentores y el editor de (Juan José) Saer, en lo bueno que es cuando una publicación te puede cambiar la vida. Tamara y Camila metieron una pata muy sólida en la escritura y el mercado editorial. Ya hay series y se abrió el juego en el mercado internacional, las están publicando en Francia, Portugal, Alemania, entre otros países. También hay un papel fundamental de los editores responsables. Paola Lucantis, Juan Forn y Ana Ojeda son los que descubrieron estos libros y trabajar con ellos me da mucho placer y muchísimo honor. 

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— Alberto Mateu (@AlbertoMateu) August 7, 2020

- Son libros que te pasan por encima, hasta te pueden no gustar y te quedas con algo. 

Al que no le gusta Las malas ni El fin del amor, no entendió el mundo, son dos libros descomunales. Es como a los que no le gustan los Rolling Stones, están en contra de la humanidad. Si tengo algo para decir hoy como una declaración de principios es que lean esos libros porque son descomunales.

- ¿Pueden existir buenos libros sin buenos editores?

- Los equipos editoriales en Argentina son los más profesionales a nivel mundial. En Planeta hay editores de 20 a 70 años que están todo el tiempo buscando nuevas tendencias y escritores.

- ¿Cuál es el nuevo gran tema para publicar?

- Es interesante lo que pasa con la filosofía, por ejemplo con Darío Sztajnszrajber y Tomás Abraham; también con Luciana Peker y el feminismo. Luciana y Tamara Tenenbaum estuvieron el año pasado en Verano Planeta y la rompieron, se llenó de pibas. Hace unos días publicamos a Pamela Stupia, que es un boom de las redes, y es lo más vendido del momento. Esto fue un mérito de otra de nuestras editoras, María José Ferrari, que encontró sus publicaciones y se puso a trabajar con ella. Esa repercusión rompe con esa mentira de los que decían que las redes iban a matar al libro de papel. Las redes alimentan al libro. 

- ¿Cómo competís con otras editoriales en la búsqueda de esos nichos?

- Es una búsqueda permanente y constante. Insisto, hay grandes editores y editoriales en Argentina.

- ¿Termina siendo más difícil la búsqueda hacia adelante, buscando lo nuevo, o conseguir los derechos de libros que tuvieron éxito y no fueron editados en Argentina?

- Tratamos de buscar buenos libros y buenas traducciones. El secreto está en quién lo va a traducir y cómo va a interpretar eso que ya fue escrito. Publicamos la biografía de Hunter S. Thompson por idea de Juan Forn, que para mí es el mejor editor de Argentina, y está a cargo de la colección rara avis. También sacamos la biografía de Keith Richards, Lou Reed, y una compilación de entrevistas de David Bowie, eso tiene que ver con un gusto personal y generacional, y el ojo de un editor como Mariano Valerio. 

- ¿Hay voces nuevas en los libros de rock argentino o son siempre los mismos autores?

- Hace poco publicamos Acceso directo, las memorias de la fotógrafa de Andy Cherniavsky, su historia y su relación con músicos en los ochenta. Y en una reseña llegaron a compararlo con la autobiografía de Patti Smith. Además de pensar en las ventas, buscamos que los libros trasciendan y para esto es fundamental las nuevas voces. Ella tenía algo importante para decir y eso se refleja en su libro.

Otro libro interesante es El año de Artaud, de Sergio Pujol, que aborda el año de salida del disco de Pescado Rabioso pero también mete a Perón y a Cámpora. Los libros de música que cuentan una historia así me importan mucho porque entiendo que todo es político. 

- ¿Pensás que los libros son caros?

- Hay una pelea que tengo contra el mundo por este tema. Los libros no son caros en el punto en que no está incorporado en su valor, en la cuenta, el hecho mismo de la lectura. Tampoco tenemos incorporado el uso de las bibliotecas. El gran deber que tiene este país es poner de moda los libros y dar cuenta que no son una obligación como se enseña con los manuales, que tenemos que estudiarlos de la página 10 a la 30. Hay una deuda eterna con esto y no hablo del último gobierno o del otro. Los libros tienen que estar al frente siempre. En este encierro la gente consumió libros de manera exorbitante. 

- Hay proyectos legislativos avanzados sobre los libros. 

- Todas las cosas que surjan para potenciar la lectura yo las apoyo y las bendigo. Las librerías están muy jodidas y por las subas de impuestos muchas cerraron. Es momento de sacar la politiquería berreta y hacer que la gente lea. Leer hace bien a la cabeza. Mi hija de 2 años una vez por mes recibe una caja con dos o tres libros en un paquete hermoso de un club de lectura infantil y tenés que ver la cara que pone cuando llega esa encomienda.

- ¿Qué trajo de nuevo la incorporación de Martín Sivak como director de Paidós, Ariel y Crítica?

- Ya era un lujo publicarlo, es más me parece que El salto de papá es uno de los grandes libros argentinos de los últimos 20 años, y creo que hizo un gran paso de escritor a editor. Fue una oleada de aire fresco no solo parar nosotros, también para industria. Que hayan salido libros de Felipe Solá, Susana Malcorra, Jorge Fontevecchia, Juan Grabois habla de su pluralidad.  Ahora vamos a publicar a Carlos Pagni y Daniel Grinbank.

- ¿De qué se va a tratar el de Pagni?

- Prefiero no adelantar mucho pero va a estar centrado en el Conurbano.

- ¿Cuál de estos libros te gustaría tener en el catálogo de Planeta: Sinceramente, la biografía del Indio Solari o El adversario, de Emmanuel Carrère?

- Los tres. Sinceramente fue el boom histórico, la biografía del Indio es el epítome de la cultura rock, y Carrère es el tipo que diversificó el género de la autoficción como nadie.

- Muchos autores te suman a los agradecimientos de sus publicaciones, ¿qué te pasa cuando encontrás tu nombre ahí? ¿Te acordás quién fue el primero o la primera que lo hizo?

- Es muy reconfortante pero lo que más me gusta es cuando le agradecen a los editores del equipo, eso habla bien del equipo que formamos. El primero que me nombró en un libro fue Rodrigo Fresán con un apodo que me inventó para sus publicaciones del Suplemento Sí, me decía "Pebete" Iraola e inventó que era el hijo de un tanguero que le pegaba a la mamá. Una vez me llamó a mi casa, yo tenía 22 y seguía viviendo con mi mamá, entonces le atendió ella y le aclaró que mi papá no le pegaba. Fue muy gracioso. 

- ¿Qué significa para vos el ciclo Verano Planeta?

- Lo inventamos junto a Marcelo Franganillo en 1998. Como jefe de prensa le planteé a la editorial que no podía ser que que Planeta no estuviera en Mar del Plata en el verano cuando estaban las marcas más importantes del país. Me costó convencerlos, al principio creían que me estaban pagando las vacaciones pero después ocurrió un feedback entre los escritores y los autores que fue espectacular y se mantiene hasta hoy. Pasó por el ciclo muchísimo talento y hasta lo quisimos llevar a Saer pero al final no pudimos. También a autores del exterior impresionantes que venden millones de libros como María Dueñas o Fernando Aramburu.

- ¿Ya piensan en un ciclo de verano virtual?

- La feria de libros más importante de Europa, en Frankfurt, anunció que va a ser virtual. No sé cómo evolucione todo de acá al verano pero que lo vamos a hacer, lo vamos a hacer.

Escuchá la entrevista completa a Nacho Iraola con Federico Bruno

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