Las vacunas entre la decisión personal y la obligación social

El mundo atraviesa el enorme desafío que le propone esta pandemia de coronavirus desde hace más de un año y medio, y cada sociedad ha tenido que posicionarse frente a su propia realidad territorial.

Entre las decisiones a tomar por quienes tienen obligaciones de gobierno, se perfila rápidamente la necesidad de lograr vacunar a la mayor cantidad de habitantes e incluir a los menores de 18 años.

Este presente pone al descubierto la dicotomía de aquellos que decidieron inocularse sin discusión y otra porción importante que están en el renglón antivacunas desde siempre, más los que se agregaron al discurso político negativo de sus líderes ideológicos en cada rincón del planeta.

Este segmento es tan analizable como los elementos discursivos que lo incitaron y que no dependen del criterio nacionalista, sino de la oposición a diestra o siniestra que se organiza según los países donde se presenta como fenómeno.

Un ejemplo contundente es Italia, donde un sector de la derecha participa del gobierno de coalición que encabeza el Partido Democrático y, sin embargo, hay postuladores de la extrema derecha que van en contra de la vacunación y del pase verde que otorga el esquema completo con ambas dosis.

En Francia hay un enfrentamiento claro con movilizaciones contra Emanuel Macron, quien se ha destacado por proponer obligatoriedad en la inmunización a los miembros de la sanidad y que sigue pensando en profundizar ese deber comunitario.

En América Latina las posiciones son diversas y los gobiernos con sus respectivos opositores debaten permanentemente acerca de la cantidad de vacunas conseguidas y las limitaciones sociales que continúa imponiendo el nivel de contagios.

La variante Delta es el mayor escollo a superar por estos días y el diario del lunes de lo que ocurre en Europa y Estados Unidos, debería acelerar las reacciones en el hemisferio sur para no tener que afrontar una ola similar a la que generó en su momento la proveniente del Reino Unido.

La discusión hoy pasa por la decisión personal y la obligación social de vacunarse.

Como en todo aspecto de la vida, siempre es mejor convencer con argumentos y educación que obligar con acciones o reglamentos.

Cada persona vacunada contra la Covid-19 es un ejemplo contundente de esta realidad y el mejor promotor social con el que cuenta la sociedad mundial.-

@danieltemperoni