La deuda externa en Argentina es efecto y consecuencia

Desde aquella decisión que adoptó la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires en 1824, pergeñada por Bernardino Rivadavia, el endeudamiento externo ha sido una perversa constante en la historia del país.

[caption id="attachment_336063" align="alignleft" width="323"] Por Daniel Temperoni[/caption]

El empréstito con la inglesa Baring Brothers por un millón de libras esterlinas que nunca llegó a estas costas, demandó 80 años de sufrimientos para los argentinos.

Le permitió al primer presidente de las Provincias Unidas del Rio de la Plata abandonar el sillón que aún hoy inexplicablemente lleva su nombre y seguir su carrera en la banca británica.

Con nombres distintos y neologismos propios de cada prestador, la deuda con bancos, fondos de inversión, naciones y organismos de crédito, la economía de la Nación Argentina se ha visto subvertida de manera permanente por gobiernos constitucionales y de facto.

Cuando los tiempos del mundo permiten que otros mercados crezcan, por estas tierras siempre aparece algún fantasma relacionado con las acreencias y nos deja fuera del reparto de las ganancias.

Y otra vez a remar hasta el próximo vencimiento de letras y bonos que tienen, en general, denominaciones que suenan a burla para los que finalmente terminarán pagando el festejo de otros.

Hoy debemos casi 365.000 millones de dólares, seguimos gastando como si el dinero fluyera de las canillas y nadie sabe a ciencia cierta quién, cuándo y cómo llegamos a este rojo fenomenal.

Por primera vez desde 1810, el Congreso aprobó una ley que obliga al Poder Ejecutivo a enviar cualquier préstamo al debate legislativo.

También los diputados y senadores sancionaron una inédita renegociación de la deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri en 2018 por 44.500 millones de dólares con el FMI.

Mientras todo esto ocurría, los precios de los productos de primera necesidad se fueron por las nubes y algunos formadores de precios se animaron a explicar que se debió al valor que alcanzaron los commodities por la invasión rusa a Ucrania que arrancó en febrero.

Sin embargo, muchas mercaderías superaron el 70% de aumento durante 2021 a pesar de que la economía nacional creció 10%.

Nada conforma al poder económico y la política siempre termina negociando desde la debilidad porque todos, de una manera u otra, participaron de la toma de deuda externa.

Obviamente, queda claro quienes pagaron y seguirán pagando esta fiesta.

Twitter: @danieltemperoni