Jeanine Meerapfel ilumina el Festival de Cine con su ensayo cinematográfico sobre la memoria colectiva

Como figura destacada entre los invitados internacionales del Festival de Cine de Mar del Plata, la cineasta argentina radicada en Alemania habló con la periodista Florencia Cordero en Un Lugar en el Mundo acerca de la presentación de su brillante película "Una mujer", una historia que habla de la vida de su madre, el exilio, la inmigración y ser mujer en un momento histórico difícil.

Jeanine Meerapfel es cineasta, documentalista y periodista. En su visita a Mar del Plata pasó por Radio Brisas para reflexionar acerca de la presentación de su película en el Festival de Cine. "Una mujer", un recorrido por la vida de su madre inmigrante.

"Es una historia de mucha gente y mía, a través de la historia de varios personajes cuento lo que quiere decir el exilio, la inmigración y ser mujer en un momento histórico difícil donde no sabe pelear ni usar su poder de ser humano. También es sobre cómo construimos nuestra identidad a través de la historia. Es otra época y son otras las situaciones. Es una película muy emocional que habla de sentimientos", expresó.

Contar esta historia narrada por ella misma en español, resultó una experiencia muy desafiante y generó una excelente repercusión en el público. En ese sentido, recconoció: "Es muy movilizante. Vengo una vez al año para visitar a mi familia. Me emociona profundamente la reacción de la gente en el cine. Había un grupo de chicas de 23 años que llorando me decían que la película tiene que ver con su vida y para mí eso es un Oscar como mínimo, es lo mejor que le puede pasar a una cineasta. Me llegó al corazón. He trabajado varios años en esto, preparándola, filmándola, terminándola por zoom por la pandemia. Esta película tiene un formato de ensayo cinematográfico, donde con materiales diversos se cuenta una historia muy personal pero que se relaciona con otros seres humanos".



Además, detalló cómo fue recuperando ese material sobre la historia de su familia con el que pudo armar la trama final: "Encontré películas, tenía cajas pero no sabía la cantidad ni sabía qué había. Se me iba rompiendo el material así que lo digitalicé. Seguro tengo más de 50 horas de material. Y después miles de fotos, libros, todo eso lo fui estudiando y anotando en qué momento ibamos a tratar qué historia. Durante la película iba con mi bolsa llena de fotos a todos lados. Yo conocía la historia de memoria, la viví pero había imagenes nuevas".

Con respecto al momento en el que se fue de Argentina, contó que "fue complejo, cada persona jóven tiene un momento en el que se quiere ir de casa, y para una mujer de 18 años no era fácil en esa época. Yo creo que uno tiene que volar en cierto momento y por casualidad conocí a un grupo de gente que venía de Alemania de una escuela de cine , me contaron y me pareció muy interesante porque era una fundación de una de las chicas que hizo la resistencia contra Hitler y la mataron. Era un lugar muy especial. Me conseguí una beca y me fuí, fue un largo camino".

Meerapfel nació en Argentina, su madre es francesa y su padre judío alemán. Sus padres y su hermana mayor habían huido del nazismo para refugiarse en Buenos Aires. Ella también vivió su historia como migrante, pero en un contexto totalmente diferente. Dejó Argentina porque sentía la necesidad de irse de su casa. "Yo no hablaba alemán entones tuve que aprender. Me sentía foránea allá porque era un mundo muy especial en los años 60.  Me costó adaptarme pero poco a poco me fuí integrando", manifestó la cineasta.

Y afirmó que "alguna vez volví pero no mucho en esa época. Cuando llegó la dictadura militar no vine por muchos años. Yo creo que uno siempre va cambiando las formas en las que ve las cosas. Me quedó un gran amor por mi país y mi idioma. Casi todas las noches leo poemas de Borges, es ponerle nafta a mi cerebro y no perder ese uso del idioma y eso es lo que ves en la película. Ahí estoy buscando un idioma, una forma de contar distinta y lo que me pareció fantástico es que la gente aceptó, estoy yo hablando, imaginando, hay una puesta que funcionó y eso me pone orgullosa. No sólo habla bien de la gente sino habla de que está bien hecho".

Por último, alentó a que todos podemos armar nuestra historia familiar si nos nace la inquietud de explorar: "Empiecen, no se necesita nada más que la voluntad. Hay mil formas de hacerlo, pero hay que tomarse tiempo, tener paciencia. El que tiene ganas de hacerlo, es cuestión de encontrar el propio idioma, tono, forma de contar. Una historia de vida se puede contar simplemente con la voz, lo que pasa que en esta película se trata también de cómo la memoria se puede envasar. Es una reflexión sobre cómo recordamos y por qué recordamos como recordamos. Tenía toda la historia, no era ese el problema, se trata de contar algo sobre la memoria colectiva y qué se hace con eso y ahí entramos en un campo más político y social".

Escuchá la nota completa con Jeanine Meerafpel en diálogo con Florencia Cordero