Historia de la “finalissima”

Enfrentamientos como el celebrado entre la selección de Italia y Argentina con motivo de la disputa de la “finalissima” son la mejor excusa para que los aficionados a las apuestas deportivas y el juego online busquen casinos online confiables para dar emoción a los partidos de manera segura a través de las apuestas.

La FIFA ha decidido recuperar para este 2022 un trofeo que no se celebraba desde hace 30 años, y que contó con nombres diferentes como Copa Artemio Frachi, Copa Rey Fahd y Copa Confederaciones.

Se da el caso que, Argentina ya fue protagonista de esta Copa, y no solo eso, existe la particularidad de que ninguna selección que haya alzado esta copa en sus diferentes versiones se ha alzado con la Copa del Mundial en su siguiente edición.

La historia detrás de la Finalissima

Aunque esta “finalíssima” se hizo realidad gracias a un acuerdo de buen entendimiento entre la Conmebol y la UEFA donde se crearon diferentes proyectos de unión como oficinas en común para la colaboración de ambas entidades, su historia viene de más atrás.

Copa Artemio Franchi 1985/1993

En honor al que fuera presidente de la UEFA entre 1972 y 1983, el dirigente italiano Artemio Franchi, la primera edición del trofeo la disputaron Francia, que se proclamó campeón de la Eurocopa de 1984 y Uruguay, campeón en 1983.

Los franceses, muy superiores, se alzaron con el título cerrando el partido con un 2-0, con Platini liderando la victoria.

La selección argentina, liderada por Diego Maradona quien dejó de lado sus compromisos con su actual club, el Sevilla español, fue protagonista de la segunda edición del torneo donde se vio las caras con Dinamarca quien vivía el mejor momento de su historia con Peter Schmeichel como abanderado del gran momento del combinado nacional tras la renuncia de Michael Laudrup.

En esta segunda edición los albicelestes se alzaron con la victoria, eso si, por penales tras llegar al final del tiempo reglamentario y extra con un marcador de empate a 1.

Tras la Artemio Franchi, se celebraron de manera extraoficial el encuentro final entre ambos campeones al no contar con la aprobación de la FIFA.

Primero en el año 1989 con Brasil y Países Bajos (Holanda). La canarinha se hizo con un triunfo por goleada aprovechando que los holandeses no pudieron contar con estrellas de la talla de van Baasten, Rijkaard o Ruud Gullit.

A pesar del espectáculo vivido durante el encuentro, al ser un trofeo no oficial, la canarinha no pudo levantar ningún trofeo.

La segunda edición de la versión no oficial de esta copa la celebraron de nuevo Brasil y Alemania, quienes vivirían la última edición del torneo al crearse la Copa Federaciones y la Copa Rey Fahd.

Brasil, de nuevo sin recompensa, se hizo con la victoria, esta vez, por 1-0.

Después de Brasil, las diferentes entidades principales del futbol intentaron sacar a flote la competición en diferentes formatos, pero sin éxito, al verse salpicados por el caso de corrupción de Michel Platini, presidente de la UEFA.