El cambio climático y la serpiente que come su cola

La Organización Meteorológica Internacional reveló que durante el año pasado se registraron cuatro indicadores del cambio climático con valores sin precedentes.

El organismo dependiente de Naciones Unidas enumeró que las concentraciones de gases de efecto invernadero, la subida del nivel del mar, el contenido calorífico y la acidificación de los océanos, fueron ejemplo contundente de que las actividades del ser humano están provocando modificaciones en la tierra, los mares y la atmósfera.

[caption id="attachment_376585" align="alignleft" width="350"] Por Daniel Temperoni para InfoBrisas[/caption]

Se agrava este cuadro al confirmarse que estos movimientos ya acarrean repercusiones muy nocivas y duraderas para los ecosistemas y el desarrollo sostenible.

La OMI señaló que las condiciones meteorológicas extremas, han provocado pérdidas económicas por valor de miles de millones de dólares.

También, agravaron el bienestar de las personas e hicieron aumentar los índices de mortalidad, alterando la seguridad alimentaria mundial.

El documento incluyó signos de profundización en lo que va de 2022.

Asimismo, consignó que los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia.

En relación a 2021, determinó que “sólo” fue uno de esos siete años más cálidos como consecuencia de la reducción transitoria de las temperaturas atribuible a los episodios de La Niña producidos al inicio y al final del año.

Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es “la sombría confirmación del fracaso de la humanidad para afrontar los trastornos climáticos”.

Ante la publicación del informe, reclamó la necesidad de adoptar medidas urgentes que apunten a una transformación de los sistemas energéticos, alejándose de los combustibles fósiles.

Por su parte, el titular de la Organización Meteorológica Internacional, Petteri Taalas, alertó que “es sólo cuestión de tiempo hasta que vuelva a batirse el récord de año más cálido jamás registrado”.

“Nuestro clima está cambiando ante nuestros ojos”, afirmó.

Mientras tanto, la cumbre mundial realizada a fines del año pasado no logró siquiera un documento conjunto de los líderes mundiales.

Todos mostraron rostros de preocupación, pero no se atrevieron a firmar un acuerdo global con límites certeros para abandonar el uso de combustibles contaminantes.

Son los mismos jefes de Estado que luego envían representantes a la ONU y a sus organismos dependientes, como la OMI, para que alerten por la profundización del calentamiento global.

Un círculo nocivo en el que nadie quiere perder dinero y poder.

Como la serpiente que come su propia cola.-

@danieltemperoni