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A los 92 años falleció "Pocho" Palumbo, un grande de Quilmes y el deporte local
Quizá produjo un caso único en el rico deporte marplatense: Carlos Alberto, querido "Pocho" Palumbo, integró equipos campeones al mismo tiempo, los ´50, deportes distintos. Ganador en básquetbol -no obstante baja estatura- y fútbol, recordado "8" armador. Un grande.
Por José Luis Ponsico
Tenía 92 años y participaba de la mayoría de las "Peñas" de notables ex deportistas del deporte local. En Quilmes, legendario dirigente, honrado como "Presidente Vitalicio" por su pasado como directivo entre los ´70 y ´90. Siempre integrado a la vida del club.
Entre tantas iniciativas "Pocho", que tenía amistad con el recordado periodista Dante Panzeri, fundó la Biblioteca bajo el nombre del destacado ex director de la revista El Gráfico, 1958/62, acto cumplido a los diez años del fallecimiento del Dante, abril del ´78.
A la inauguración de la mayor colección que se recuerda de los escritos (notas periodísticas textos de investigación y años dorados, "Borocotó", Félix Daniel Frascara, El Gráfico de los ´50) asistió la viuda de Panzeri y periodistas que lo distinguieron. Entre ellos, Jorge Llistosella.
Los que jugaron con él, al popular "Pocho" lo reconocían en la vida social como en la cancha. Tanto en el básquetbol los ex compañeros García Boubée y el notable "Nene" Zabala, un grandote y anotador implacable. En el fútbol lo mismo.
Otro goleador, Fernando Gómez, el 9 de Quilmes campeón en los 50 -antecesor al regreso del gran Cándido González- eximio cabeceador decía de Pocho: "Es nuestro Carlitos Cecconato", el 8 de Independiente, Los Diablos Rojos y la selección nacional".
Así, el futbol argentino evocaba al quinteto inmortal: Micheli, Cecconato, Lacasia, Grillo y Cruz. El gran triunfo sobre Inglaterra, el 14 de mayo del 53, con el General Juan Domingo Perón en el palco -con luto por el fallecimiento de "Evita"- en partido inolvidable.
"Pocho" Palumbo, bajo, inteligente, habilidoso, estratega, solidario, tuvo ciclos memorable como basquetbolista y futbolista. Esto, en el recuerdo de notables periodistas empezando por Mario Trucco. También Helmer Uranga y Raúl Ramírez, ambos fallecidos.
En los ´70 en un torneo de veteranos en el gimnasio de Quilmes, el que escribe éstas líneas admiraba el modo de jugar del extinto "Pocho". Jugaba con sus antiguos compañeros, los ubicaba. La pedía y a ritmo cansino, armaba el juego. Por abajo. Sin apuro. Un "crack".
Lo curioso es que su equipo ganaba siempre. Todos reconocían en el Papi Fútbol que el único que no podía faltar los viernes "de la eternidad" era Palumbo. Un conductor nato. Su vida familiar permitió compartir con esposa e hijos, hermosos momentos.
El periodista Jorge Palumbo, hermano menor, ambos muy de River, armaba asados en la casa histórica de la calle Olazábal, a metros de la sede de Quilmes, para ver los partidos y reunir a viejos amigos. Desfilaron Trucco, Andrés Soto, Juan Carlos Morales, Eduardo Cao.
El fútbol y la Política, las dos grandes pasiones de los argentinos, nunca escaparon a las opiniones del ex campeón. Con la llegada de Néstor Kirchner al Poder y especialmente a partir de impronta de Cristina, "Pocho" se hizo defensor de la "causa nacional y popular".
Integraba tantos grupos de ex deportistas, no siempre su pensamiento político tenía la "mayoría". Igual sus posiciones, siempre fueron respetadas. El grupo "del Básquetbol" en la casa del "Flaco" Alberto García Abalo, arquitecto, 2.05 estatura y ex compañeros.
De pronto García Boubée, Arturo Begue, "Chupino" Martínez, el "Conejo" Duc, un silencioso armenio Paklayán, Carlitos Manazzoni, destacados en los´ 60 y 70 seguían bravos debates.
"Pocho", además, muy menottista. Defensor a ultranza del juego-arte.
Muy amigo de Mario Trucco y un libro abierto. "El fútbol que yo viví es difícil verlo ahora. Se corre mucho, se pega demasiado. Son perros de caza en el medio. No hay espacios. Se hace difícil jugar. Destaco a Marcelo Gallardo, su filosofía", decía.
Como tanto otros de su tiempo, admirador del gran Juan Marcelino Cornejo. "El Flaco un hallazgo de Pepe Piantoni, cuando Cornejo estaba en el GADA 601 haciendo la colimba", comentó varias veces. Habían sido compañeros.
La llevaba atada, en velocidad. Habría que ir a un genio como el holandés (Johan) Cruyff para ilustrar a Marcelino Cornejo. En el ´56 vino River como otras veces. Llegó con toda la "orquesta", Amadeo, el "Gallego" Pérez, Federico Vairo, "Pipo" Rossi y Angelito", evocó.
"Amistoso, la Vieja cancha de Quilmes, Av. Colón y Marconi. Ingresaron 20 mil y afuera quedaron 5 mil. El primer tiempo 2 a 2. Cornejo, gran figura. Ni Rossi, tampoco el Ñato (Gilberto) Sola podían con él", describió Pocho.
"Promediando el segundo tiempo ingresaron dos pibes: Enrique Omar Sívori y Norberto Menéndez. Dos suplentes de "Pepe" (José María) Minella. Ganó River 4 a 2. Lo bueno vino después. Comentario de Marcelino", siguió Palumbo.
"Estando ya cambiados para salir, en el pasillo me vinieron a ver (Néstor) Pipo Rossi y Angel Labruna. "Pibe, sos un "crack" Por qué no te venís con nosotros ? Vamos a hablar con los dirigentes. Tenés que jugar en River", dijeron a Cornejo.
"No, muchachos. Gracias. Me quedo. Aquí estoy bien. Tengo esposa, un buen trabajo en el Casino. En Quilmes me quieren mucho. Allá, están ustedes y los pibes que entraron. Creo que no jugaría nunca...", respondió el ex empleado de "Rigoleau" en Berazategui.
"Pocho" en las vivencias de aquél tiempo. Donde el romanticismo superaba la vida de lo que para su pensamiento alcanzó con el tiempo el llamado "capitalismo salvaje". En su costado romántico.
Reconocido hasta por el genial Luis "Bobo" Prieto, "estrella" del rugby de Mar del Plata, en los ´60. Al cabo, un compendio. Así, "Pocho" estará siempre en el corazón de sus amigos y de los futboleros. Sin olvidar el baloncesto. Al aro llegaba por su inteligencia. No por estatura.
Un grande.
Fuente: Libreexpresion.net
